domingo, 24 de julio de 2011

Los discos originales, o como timar a un fan

Bueno, antes de nada, os anuncio que esto que recibe el nombre de Miscelánea servirá para que una humilde servidora pueda hablar de otras cosas, más allá de los temas habituales. Y aunque esta entrada que sirve para inaugurar esta sección del blog va a ir enfocada hacia la música, se escapa de mi esquema habitual de hablaros de un grupo, canción o disco.

Y es que hoy, después de meses y meses de trabajo (y vagancia, que llevo dos meses de vacaciones, pero en fin...) me he puesto a grabar mis últimos discos comprados en mi ordenador, con el fin de luego pasarlos al mp4. Y me he encontrado con una desagradable sorpresa: algunos de ellos se oyen mal, con una especie de ruido de viento de fondo, que impide que las canciones se escuchen nítidamente. Algunos de los discos con los que me ha sucedido esto son Haarp, Hullabaloo y Absolution, los tres de Muse, y ya me había pasado con uno de MClan hace un año.

Lo que me molesta enormemente de todo esto es haberme gastado mis ahorrillos en estos discos, para que ahora no pueda utilizarlos del modo en que los quería usar habitualmente, es decir, en mi mp4. Los discos funcionan perfectamente en una cadena musical común, pero no en el ordenador. ¿Medida antipirata, quizás?

Ahora que se ha destapado todo el caso SGAE, hay muchas críticas hasta esta organización desde las altas esferas del poder, que anteriormente apoyaba a dicha organización con los ojos cerrados. Nos acusan de ladrones, por tomar de la Red canciones, discos, películas o libros, sin tener ningún tipo de prueba sobre ello. Nos hacen pagar un "canon digital" como medida preventiva (no vaya a ser que nos bajemos canciones ilegalmente, oiga). Que si tú te has comprado un CD para meter tus fotografías personales, tus trabajos universitarios o lo que sea, te jodes. Es como si estuviéramos pagando nuestros propios derechos de autor. Vamos, una vergüenza. Y no voy a hablar de la señora González-Sinde, que ahora va de guay hablando de lo que le gustan grupitos españoles del indie en la Rolling Stone. En fin...

El motivo de mi enfado es, básicamente, que yo decidí libremente gastarme mis pocos ahorros en unos discos originales, comprados en sitios tan conocidos como la FNAC. Soy de esa clase de personas a las que le gusta coleccionar los discos de los grupos o cantantes que le gustan, qué le vamos a hacer. Y hoy, cuando me he puesto a utilizar esos discos, me he encontrado con que no podía hacerlo, y que me he gastado el dinero para nada. A esto yo lo llamo ROBO, no sé vosotros.

Pues, SGAE, lo siento por ti, pero no he tenido otra posibilidad que descargarme ilegalmente las canciones. Porque como comprenderás no me voy a gastar el dinero dos veces por la culpa de alguien de la industria musical, ya sea tuya o de las discográficas o de quien sea. No. No me dejaré robar otra vez, y esto hace que piense seriamente en seguir comprándome discos, porque aunque me gusten mucho, si no tienen utilidad es una total estupidez hacerlo.

No seré yo quien os anime a no comprar los discos originales que queráis, ni quien dé consejos de nada. Pero yo me lo pensaría.

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