domingo, 15 de septiembre de 2013

Philadelphia

Hola a todos. Esta entrada es algo especial, ya que como bien sabéis normalmente escribo entradas que solamente hablan de una obra, salvo algunas excepciones en las que he hablado de varias que no tenían mucha relación entre sí. Hoy os traigo por primera vez una recomendación doble, en la que os hablaré de una película y de un libro, aunque como podréis intuir en este caso sí están totalmente relacionados.

Os voy a hablar de Philadelphia (no, no estoy cambiando la orientación del blog a la cocina ni a la geografía), tanto del libro como de la película. El libro lo leí hace alrededor de siete u ocho años, por recomendación de mi padre, que es el dueño del libro, en un verano en el que devoraba todo libro que caía en mis manos. No lo he vuelto a leer, así que sería injusto hacer un comentario pormenorizado de un libro que leí cuando tenía quince años, pero sí conservo un grato recuerdo de su lectura, ya que la historia que contaba me marcó y me conmovió hasta el punto de hacerme llorar en varias ocasiones. 

Así que cuando se me ha presentado la oportunidad de ver la película ni me lo he pensado. Además, se da la circunstancia de que en este caso la película se hizo antes que la novela, que surgió justamente del éxito de la cinta, nominada y premiada con los galardones cinematográficos más prestigiosos. 

La película está protagonizada, como podéis ver en el cartel, por Tom Hanks y Denzel Washington. Precisamente es el primero quien se llevó muchos de los premios de los que hablaba antes por su magistral interpretación, incluyendo el Oscar a mejor actor. Pero esta película no sería la misma sin otros actores que hacen un gran trabajo en los papeles secundarios, como Jason Robards o Antonio Banderas, que interpreta al novio de Andrew, el personaje al que da vida Hanks.

La historia comienza con el encargo de un caso muy relevante al joven y brillante abogado Andrew Beckett por parte del prestigioso bufete para el que trabaja. Pero Andy pronto sufre las consecuencias del sida, aunque sigue adelante con su trabajo, que realiza de manera extraordinaria y a pesar de sus problemas de salud. Sin embargo, el extravío de la demanda que había preparado para el caso que le habían encomendado hace que le despidan fulminantemente, a pesar de que los papeles aparecen justo a tiempo. Pero esta es solamente la versión oficial, ya que que, además de la sospechosa desaparición de la demanda y de su aparición en el último momento, se sabe que los jefes de Andy se habían enterado de que este padecía sida, enfermedad que en la época conllevaba un importante estigma social. Andrew no se resigna y decide buscar un abogado que le ayude a defender su caso de despido improcedente, pero no lo encuentra, ya que como he dicho su enfermedad implicaba demasiadas cosas. Finalmente encontrará a Joe Miller, un abogado que, aunque en un principio también había rechazado el caso decide, viendo la difícil situación que atraviesa Andy, llevar su defensa.

El resto de la historia tendréis que descubrirla vosotros mismos, porque creo que ya he hablado suficiente de ella. Ahora voy a intentar explicar las razones que hacen de esta película algo especial. En primer lugar, estamos ante una historia muy impactante, en la que se mezclan temores y prejuicios. Es curioso para mí, que tengo 22 años y no he vivido la peor etapa del sida, ver como se trataba a los enfermos. Evidentemente sabía como había ocurrido todo por testimonios y experiencias cercanas, pero es muy clarificador verlo plasmado en la obra. Ver como Andy pasa a causar rechazo simplemente por tener una enfermedad y como pierde su estatus de abogado prometedor por esto mismo es algo que descoloca, y más cuando se ve que sus jefes tampoco intentan un acercamiento ni tan siquiera personal. Es curioso también ver como se aprovechan estos al plantear su defensa de comportamientos que se le atribuyen por ser gay, como ser infiel en alguna ocasión, como si la infidelidad fuera solamente algo propio de los homosexuales.

Volviendo al tema del rechazo, una de las cosas más conmovedoras de la película es sin duda el cambio que va experimentando el personaje de Denzel Washington. Miller no quiere representar a Andrew Beckett en un principio, e incluso tiene detalles que dan muestra del rechazo que le provoca el chico por tener sida y por ser homosexual, pero irá cambiando su postura al ver lo mal que le trata todo el mundo. Es quizás el personaje más interesante de la historia, gracias precisamente a que se sitúa primero en un extremo y luego en el otro, tras haber vivido su experiencia con Andy.

En definitiva, para mí ha significado poder comprobar que las cosas han cambiado para mejor en veinte o veinticinco años. Es obvio que el sida sigue generando rechazo, y que los homosexuales siguen sin tener derechos básicos en muchos países (no hay nada más que leer las últimas noticias para darse cuenta), pero también lo es que en general estamos en el buen camino, y que la situación es mucho mejor tanto para unos como para otros, en líneas generales. Y tanto la película como el libro nos hacen valorar en mayor medida los derechos adquiridos, gracias también a la perspectiva que nos aporta, sobre todo a los más jóvenes.

En cuanto al eterno debate de si me quedo con el libro o con la película, en un principio me había sentido más inclinada hacia la película, probablemente porque la tengo más reciente y porque Tom Hanks hace un papel impresionante, además de que el guión está muy bien construido y tiene momentos preciosos e impactantes. Pero en cuanto me he puesto a escribir las etiquetas que acompañan a la entrada, me he percatado de que había incluido a Philadelphia en una de las primeras entradas que escribí cuando comencé este blog,  sobre libros recomendables. Encontrarle allí entre libros que me han marcado mucho me ha hecho darme cuenta de cuánto me había gustado el libro en su día, quizás algo más de lo que yo recordaba. Así que en este caso voy a optar por quedarme con uno y con otro, ya que los dos han merecido la pena.

Espero que la doble recomendación os haya sido útil y que quienes todavía no conozcáis la historia os intereséis por ella en cualquiera de sus formatos, o en ambos. Espero volver a escribiros pronto, y en mejores circunstancias, ya que llevo unos cuantos días arrastrando un catarro que ha atrasado esta publicación. Os mando besos llenos de gérmenes y de agradecimiento. Nos leemos.


*Cartel sacado de http://www.filmaffinity.com/es/main.html.

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