martes, 14 de enero de 2014

El señor Ibrahim y las flores del Corán (película)

Hola a todos de nuevo. Como veis, navegar por mi propio blog para saber cuáles son las entradas más visitadas (podéis saberlo pinchando aquí y aquí) ha provocado también que haya recuperado las ganas de ver películas o de leer libros de los que hablé en su momento, como en este caso. Aunque bien es cierto que siempre he querido ver la película El señor Ibrahim y las flores del Corán, no es menos cierto que cuando lo intenté y no obtuve resultados no busqué de nuevo hasta ahora. Pero mientras revisaba entradas para hacer la lista, me puse en marcha, y aquí está el resultado. 

Ya os conté en la entrada que escribí sobre el libro en el que se basa la película (post que os recomiendo que leáis aunque estéis más interesados en la película que en la novela) que esta no es una historia más para mí, ya que descubrí el libro de una manera muy especial, y además su lectura me marcó mucho. Luego lo releí por placer y para poder escribir un post sobre él, ya que me daba pena que un libro que significa tanto para mí se quedara fuera de este blog.

En los primeros días del año, y como acabo de decir, gracias al trabajo previo a las dos entradas que hablan de los post más visitados, me volvió a picar la curiosidad y me puse manos a la obra para ver la cinta. Esta vez no me costó mucho encontrarla, y además tuve la suerte de poder elegir hasta el idioma, optando por el francés (idioma que entiendo bastante bien y que me parece precioso) con subtítulos en español. 


Siempre he leído que la película la echan a veces en Paramount Channel, pero a mí nunca me ha coincidido verla, y eso que muchos días he mirado la guía de programación para ver si la iban a emitir, pero como digo nunca he tenido suerte. A lo mejor a vosotros os va mejor y la pilláis en un momento de zapping; si esto os pasa, ¡dejad el mando quieto y disfrutad de la película! 


El señor Ibrahim y las flores del Corán es una película francesa del año 2003, dirigida por François Dupeyron y protagonizada por un jovencísimo y carismático Pierre Boulanger y por Omar Sharif, que no puede estar mejor en el papel de Ibrahim. En el guion participa el autor de la novela, Eric-Emmanuel Schmitt, lo que sin duda contribuye a que haya frases calcadas a las que aparecen en el libro. 

El argumento también es lógicamente similar al de la novela. Momo es un chico solitario que vive con su padre, un hombre neurótico y atormentado que no lo trata demasiado bien y que siempre le reprocha la huida de su madre y de su ejemplar hermano, Popol, en el pasado. Su destino le llevará a entablar una gran amistad con Ibrahim, el dueño de una tienda de ultramarinos, aunque su relación comienza de un modo muy peculiar. Además, en la película estarán muy presentes el despertar sexual del joven, su primera decepción amorosa y, sobre todo, un viaje que le cambiará la vida para siempre. 

Me ha sorprendido que la adaptación cinematográfica haya sido tan perfecta. Me encantan los dos actores protagonistas, ya que ambos bordan sus papeles, dotándolos justamente de lo que tenían en el libro: un encanto especial. Además, han optado por hacer una película optimista y muy luminosa, llena de alegría, color y, sobre todo, esperanza, en lugar de ahondar en la parte más triste de la historia, que también existe pero que queda en un adecuado segundo plano. La utilización de una música alegre y divertida prolonga la sensación de optimismo, y le da un aire todavía más francés a la película. 

La ternura del libro queda plasmada a la perfección en la cinta, ya que la complicidad entre los dos protagonistas es total, y refleja muy bien lo que se transmite en la historia original; de hecho, hay momentos en la película en los que no hay palabras, tan solo miradas, y sin embargo el espectador entiende perfectamente su significado, ya que también él se convierte en cómplice de Ibrahim y Momo. 

Es complicado para mí encontrar una adaptación al cine que consiga mantener el espíritu de la obra original tanto como lo hace esta película. Sabéis, muchos por experiencia, que cuando un libro te encanta la película te suele decepcionar, o al menos lo hace en algún aspecto, pero en este caso a mí no me ha ocurrido. La película me ha parecido tan bonita como el libro, e incluso es tan fiel que resulta poética, contando con el lirismo que posee la novela. Espero que con todos estos piropos os apetezca ver la película, pero me gustaría también que si lo hacéis leáis el libro, que vale muchísimo la pena, se lee muy rápido y, os lo garantizo, suele llegar al corazón. Nos leemos. 

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